La alcaldesa de Quilpué, Valeria Melipillán, cuestionó este martes 21 de mayo, las cifras que entregó la delegada Presidencial Regional de Valparaíso, Sofia González, respecto a los damnificados por el megaincendio que azotó al Gran Valparaíso a inicios de febrero.
En concreto, la delegada señaló en entrevista con El Mercurio de Valparaíso que un total de 14 familias continúan pernoctando en carpas tras la catástrofe.
No obstante, la alcaldesa aclaró que solamente “en la comuna de Quilpué hay 112 familias que se mantienen en carpas o viviendas precarias”.
“Por ese motivo, precisamente, oficiamos en los últimos días a la Delegación Presidencial Regional y al director de Senapred señalando este número y pidiendo, por lo mismo, una pronta solución a la entrega de viviendas de emergencia en la zona afectada por el incendio”, indicó.
Asimismo, explicó que “en ese oficio dividimos a las 112 familias en tres categorías. Aquellas que cuentan con una carpa para refugiados, entregada por ONU (51 familias); las que permanecen en carpa tradicional porque en su terreno no cabe una carpa de refugiados y por ende tampoco una vivienda de emergencia (16); y aquellas que están en una vivienda precaria (45)”.
Además, aclaró que “vivienda precaria es que no cumple con los estándares básicos de habitabilidad. Es decir, tienen, por ejemplo, techo de plástico y está forrada con cartones”.
“Creo que es un error que el Gobierno no se haya abierto a otras alternativas de techo transitorio, considerando que el bono de acogida, si bien es un apoyo, en la práctica no permite que todas las personas puedan arrendar por los costos del arriendo y los requisitos que solicitan”, lanzó.
“Desde Quilpué propusimos que se evaluara cada caso en particular y que la solución se adaptara. Muchas familias no cuentan con las condiciones en sus terrenos para una vivienda de emergencia, por las condiciones técnicas que exige su instalación y en esos casos se les podría haber entregado material de construcción y darles prioridad para el subsidio habitacional”, manifestó.
Por último, sostuvo que aún es tiempo “de buscar otras opciones considerando que en Quilpué aún queda pendiente la instalación de más de 600 viviendas y que las familias no pueden seguir esperando”.